
Ya hemos ido viendo estas semanas atrás qué es LinkedIn, cómo crear una cuenta y cómo buscar contactos y grupos. Pero todo esto no tiene ningún sentido si no tengo claro desde un principio para qué me abro una cuenta en LinkedIn. ¿Cuál es mi objetivo? ¿Estar en la red profesional de la que todo el mundo habla? ¿Ver con cuánta gente conocida me encuentro? ¿Encontrar trabajo? ¿Generar muchos contactos para «por-si-acaso«? Repetimos, debemos tener claro para qué creamos un perfil en LinkedIn, y según ese objetivo, trazaremos un plan de actuación u otro, principalmente porque ese objetivo no puede ser igual si eres un emprendedor que pone en marcha un negocio, o una persona que busca trabajo o un comercial en activo, por poner varios ejemplos.
Debemos partir de la base de que LinkedIn, como red profesional que es, es un escaparate, y por lo tanto tengo que tener muy claro y ser muy cuidadoso sobre qué quiero enseñar – vender – comercializar, en definitiva, qué imagen quiero dar. Ya hemos visto que es muy importante transmitir nuestra competencia profesional de una manera práctica, directa y transparente, y debemos hacerlo bien, porque en estos momentos donde la web 2.0 está copando toda la actualidad es cuando tenemos la mejor oportunidad para llegar a los/as profesionales que nos interesan a un golpe de click. ¿O acaso hace unos años era tan fácil poder contactar entre sí? En estos días, al hilo de esto, he leído este interesantísimo artículo de Guillem Recolons donde dice que la marca personal 2.0 no existe, y es algo a tener muy en cuenta. O también el de Pablo Adán hablando sobre el diferente concepto de famoso y marca personal, nombrando una palabra clave, coherencia.
Debemos ser capaces de ver, por un lado, la enorme oportunidad que tenemos al poder utilizar una herramienta tan tremendamente potente para generar contactos y colaboraciones como es LinkedIn, y también debemos ser capaces de no estropearlo a la primera de cambio. Centro el tema. La imagen que quiero dar, para conseguir mis objetivos al utilizar esta red profesional es una imagen REAL. No me comporto o soy diferente a lo que pone en LinkedIn, soy coherente, sintético y directo (por eso cuesta tanto hacer un buen perfil en LinkedIn, y un buen extracto ni te cuento…)
La estrategia a seguir en LinkedIn será variada, será la que yo quiera llevar a cabo, pero debemos seguir tres premisas:
- Seré participativo/a (sin ser pesado/a) con el fin de crear relaciones que puedan en un futuro convertirse en realidad. Esto significa, por un lado, que mi visibilidad será la justa, no será opulenta, no crearé conflicto (salvo que sea lo adecuado para mi estrategia, ojo) y haré aportes interesantes (de opinión, de noticias, de informaciones, de ideas, de novedades…) Y por otro lado significa que la web 2.0 no puede sustituir nunca a la vida real, es decir, acudiré a eventos de networking, charlas, conferencias, seminarios, o intentaré concertar entrevistas (esto, evidentemente, después de tener una relación previa en internet, por supuesto) para confirmar que mi marca personal, que lo que yo soy según LinkedIn, es cierto. Y venceremos la timidez (aunque cueste, doy fe…) o aprenderemos a escuchar más y practicaremos la escucha activa (al hilo de este fabuloso post de Jesús Lorente)
- Buscaré la manera de crear cauces de colaboración y relaciones win-win. Creo que ya lo he dicho alguna que otra vez, y lo vuelvo a repetir: la clave es colaborar, crear relaciones donde ganemos todos y buscar el beneficio general. ¿O acaso no me implico más con alguien o algo cuando veo que me va a reportar un beneficio (no entendido sólo como algo económico, sino que me reporte aprendizaje, o de innovación, o de poder poner en práctica conocimientos, o simplemente por el hecho de conocer a una persona importante para mi)? Tanto si soy comercial en busca de nuevos contactos, como emprendedor lanzándome al mundo empresarial como si estoy buscando trabajo, buscaré la manera de motivar a que los usuarios/as que me interesan de LinkedIn contacten conmigo, pero con un fin, insisto. Y aunque a veces (es cierto) es bueno tener muchos contactos, lo mejor de todo es que esos contactos sirvan para crear.
- Actualizaré mi perfil y difundiré las cosas que hago. Porque está claro que LinkedIn no es un lugar estático, ni es un «curriculum», aprovecharé las herramientas que tengo para mostrar lo que hago (colaboraciones y voluntariado, publicaciones en blogs, etc) y lo que sé (aptitudes y conocimientos) y cuidaré de que esté todo actualizado. Recientemente además han implantado la opción de que otras personas valoren tus aptitudes y conocimientos, lo cual, junto con las recomendaciones, no hacen más que reforzar tu perfil profesional, y eso es algo que nos interesa muy mucho…
En definitiva, mi plan de acción en LinkedIn se resume en cómo respondo a la compleja pregunta de ¿Qué quiero conseguir utilizando esta red social, cuánto tiempo le voy a dedicar (al día, a la semana, al mes) y cómo voy a llevarlo a cabo (herramientas a utilizar, aplicaciones, qué contactos quiero conseguir, qué relaciones quiero construir…)? Bueno, cuando hayas respondido a esta pregunta, te surgirán más preguntas… que te irán ayudando poco a poco a construir tu perfil y tu camino. Y es que lo importante no es sólo qué hago, la clave está en cómo lo hago, para qué lo hago y con quién lo hago.
Insisto, recomiendo encarecidamente la web de exprimiendolinkedin.com y el grupo que existe en la propia red para aprender a sacarle el máximo partido. Y también os invito a comentar, participar y sugerir ideas para completar estrategias.
Reblogged this on Cursos -> prácticas -> trabajo and commented:
Debemos ser capaces de ver, por un lado, la enorme oportunidad que tenemos al poder utilizar una herramienta tan tremendamente potente para generar contactos y colaboraciones como es LinkedIn, y también debemos ser capaces de no estropearlo a la primera de cambio.