Ya vimos en el post anterior de forma muy sencilla y básica cómo abrirnos una cuenta en LinkedIn. Por supuesto, como ya comenté, hay muchos recursos que os pueden ayudar a mejorar y hacerla mucho más atractiva: socialblabla.com, exprimiendolinkedin.com, elblogderrhh.com… todos ellos nos van a orientar, a servir de apoyo y a facilitar la creación de un fabuloso perfil en LinkedIn, pero ¡ojo!, las recomendaciones son eso, recomendaciones, y lo que a mi me funciona, puede que al otro/a no. Por eso, remarco, debes adaptar tu perfil a tus necesidades, probar cosas y quedarte con aquello que te resulte útil, simple y llanamente.
Para continuar con la idea iniciada, hoy vamos a ver qué hacemos ahora que tenemos el perfil rellenado. Los pasos a seguir van a ser cuatro:
- buscar contactos
- buscar grupos
- buscar empresas
- interactuar
Estos pasos no tienen que ser en este orden necesariamente tampoco, de hecho no es ni siquiera recomendable. Y aún diría más, interactuar es la clave del uso óptimo de LinkedIn. Pero sigamos los pasos, a ver a dónde llegamos…
A la hora de buscar contactos podemos vernos con algunas dificultades. Esto es que a la hora de conectar con personas nos va a pedir de qué conocemos a la persona, y si no es el caso, deberemos introducir su e-mail. Si marcamos la opción de que no conocemos a la persona, no nos va a dejar seguir. Por eso, al abrirnos una cuenta en LinkedIn lo primero que debemos hacer es exportar a los contactos de nuestras cuentas de correo (seleccionando a quién queremos y a quién no, que da la opción no hay que hacerlo sin discriminar; vuelvo a repetir, es una red PROFESIONAL y como tal debe ser tratada, con profesionalidad)
De esta manera, importando contactos seleccionados de nuestras cuentas de mail nos creamos ya una base de personas. A partir de aquí, nuestra red de contactos directos puede crecer de manera exponencial. La propia red de LinkedIn nos irá sugiriendo contactos, que a su vez están interrelacionados con nuestros contactos. Pero nosotros también podemos buscar contactos que nos interesen por su profesión, por su importancia en según qué sectores, por su trabajo, etc. Puede ocurrir que esa persona no pueda entrar en nuestra red, bien porque no tenemos ninguna relación con ella bien porque no tenemos ningún contacto intermedio que me permita interactuar con ella. ¿Y cómo podemos llegar a ellos si nuestra red de contactos todavía no me lo permite? Mediante dos vías: perteneciendo a un grupo común o solicitando una presentación. Muchas personas, llegadas a este punto, se plantean el porqué de la limitación, y tiene una explicación muy sencilla. Simplemente es una manera de proteger y limitar el exceso de interconexiones, favoreciendo de alguna manera la protección de la intimidad. Solicitar una presentación es que alguien de nuestra red «nos presente» a esa persona. Esta opción (junto con los mensajes InMail) nos sale en la pantalla de búsqueda, justo al lado del botón de conectar.
Volviendo al punto, para crear nuevos e interesantes contactos que están fuera de nuestra red más directa, entra en juego uno de los factores más importantes de LinkedIn: los grupos. Y es que estar en grupos con relevancia dentro de tu ámbito profesional te da tres cosas imprescindibles: visibilidad, contactos interesantes y aprendizaje. Estar en LinkedIn y no estar en ningún grupo no sirve para (casi) nada. Si quiero contactar con personas dentro de mi sector profesional, buscaré grupos en ese sector profesional. Prohibido buscar grupos sólo para generar contactos inservibles. El fin último de pertenecer a un grupo es participar, recomendando, comentando o difundiendo las informaciones del grupo, porque os garantizo que aprenderéis mucho. Un grupo recomendabilísimo es Linked en Español, administrado por Pedro de Vicente, uno de los mayores expertos de LinkedIn en España. LinkedIn, que es muy listo, nos sugiere grupos según nuestra profesión, contactos, etc. Para buscarlos, iremos a esta pestaña:
Al principio es recomendable pertenecer a varios grupos, repetimos que es obligatorio participar y aportar cosas (opiniones, informaciones, noticias del sector, etc). A medida que vayamos avanzando en el uso de LinkedIn iremos también reseleccionando y cribando esos grupos, los que nos interesan o aportan más, etc. Podemos apuntarnos y desapuntarnos sin problema (al igual que podemos modificar nuestros contactos) En definitiva, como ya sabéis LinkedIn es una red viva, en constante modificación, así pues nosotros iremos actualizándonos en consecuencia.
Y por último, señalar la opción de seguir empresas. Y es que es interesante estar al tanto de aquellas empresas que tienen perfil en LinkedIn, conocer sus novedades, qué personas trabajan para ellas, su finalidad de la cuenta en LinkedIn….
Señalar que también hay empresas que tienen un perfil como si fueran personas, así que estaremos al tanto de las opciones que vayan surgiendo tanto en un ámbito como en el otro.
Y por último, la parte casi más importante de todas, que creo que ya ha quedado clara, pero bueno: LinkedIn es interactuar. No gana quien tenga más contactos, gana el que tenga contactos de mayor calidad. Y para generar contactos de calidad hay que crear vías de comunicación: lo dicho, comentar, difundir noticias o informaciones, recomendar actualizaciones de grupos… Todo aquello que indique que somos una persona que cuida no sólo su perfil en LinkedIn sino los contactos que tiene. No olvidaremos lo básico: educación, formalidad y buenas palabras. Los comentarios fuera de tono, ¡prohibidísimos! Repito, es una red profesional donde hay profesionales, y si no estoy de acuerdo con un profesional, se lo hago saber profesionalmente.
Hasta aquí el segundo post del monográfico de LinkedIn. La semana que viene más, hasta entonces, cread, participad y sobre todo, ¡aportad!
3 comentarios en “LinkedIn o cómo darte a conocer con estilo (II): sembrando”