El curriculum vitae es la herramienta básica para la búsqueda de empleo. Todas personas que han buscado trabajo alguna vez en su vida sabemos lo que es. Incluso aquellas que nunca han buscado empleo tienen una idea aproximada. Y es que un curriculum vitae es algo muy sencillo en su concepción, la RAE lo define como la relación de los títulos, honores, cargos, trabajos realizados, datos biográficos, etc., que califican a una persona. En pocas palabras, un resumen de lo que has hecho en tu vida profesional. Sencillo, ¿no? Pues aunque lo parezca, no es algo tan aparentemente simple, y es que el curriculum vitae no es únicamente poner lo que has hecho, tiene que dar una idea de lo que eres capaz de hacer a nivel profesional.
La primera premisa de la que tenemos que partir es que un curriculum no es para mi. El curriculum se va a entregar a personas que no me conocen de nada, y probablemente sea lo primero o segundo que ven de mi, ¿qué imagen estoy proyectando en él? ¿Cómo lo tengo de claro? Si nos paramos a pensar, debemos estructurar este documento de tal manera que la persona que lo lea sepa sin duda qué he hecho en mi vida profesional. Por ejemplo, yo he podido trabajar de dependienta en muchas tiendas, pero seguro que no en todas he hecho lo mismo. Si en mi curriculum pongo, en el apartado de experiencia, el puesto de trabajo, la empresa y la duración, sin especificar las tareas que he desempeñado, ¡no estoy poniendo nada! ¿Acaso todos los puestos de trabajo son iguales en todas las empresas? Por supuesto que no, y este es un error tremendo que cometemos una y otra vez. Damos por sentado muchas cosas que no son tan obvias para el resto del mundo. Insisto, a la hora de hacer mi curriculum tengo que hacerlo para que la persona que lo lea sepa perfectamente qué he hecho, aprendido y estudiado a lo largo de mi trayectoria profesional, y a partir de ahí poder perfilar qué puedo aportar a la empresa.
La segunda premisa es que cualquier modelo no es válido. Existen millones de modelos que utilizar para hacer el curriculum, pero ¿cualquiera es válido para mi? ¿Por qué no hacer yo mi propio modelo? Ser capaz de personalizar el curriculum, hacerlo nuestro, de darle nuestro toque personal va a provocar que nos desmarquemos de los demás. Un curriculum es visual, y si hago algo que entre por los ojos y además se entienda, estoy haciendo una muy buena herramienta. Y ésto no es sólo válido para diseñadores, todos podemos crear a través de nuestro curriculum, es cuestión de pensar. ¿Qué tiene que tener sí o sí un curriculum? Mis datos de contacto, mi formación y mi experiencia. A partir de ahí, podemos crear.
Y la tercera y última premisa es que el curriculum es un documento variable, es decir, se puede cambiar, modificar y adaptar según para qué lo voy a utilizar. Al igual que no en todos los puestos de trabajo con igual denominación se hacen las mismas funciones, cada empresa es diferente, cada puesto es único, y para cada oferta | empresa adaptaremos nuestro curriculum resaltando aquello que sea más importante para esa oferta | empresa en concreto. Esto conlleva conocer dónde envío el curriculum y adaptarlo en consecuencia. Ser capaz de resaltar los puntos fuertes en el curriculum enfocados a un puesto concreto facilitará que la persona que lo lea nos vea más o menos encajables dentro del organigrama de la empresa.
Mi curriculum debe ser mío. Cuando lo veo debo sentir que yo estoy ahí reflejado/a, y que la persona que lo lea conocerá realmente qué soy en el ámbito profesional. Conseguir esto no es fácil. En algunas ocasiones hay personas que me han dicho, cuando he trabajado el curriculum en algún taller grupal, que hay que perder mucho tiempo para hacerlo y que hay que trabajarlo mucho. Parece ser que alguien ha debido de decir que hacer un curriculum vitae es fácil…