
El pasado jueves 9 de enero asistí a una especie de catarsis grupal inesperada. David Asensio aka @sherpapersonal hablaba de su recién estrenado libro Sobrevivir al desempleo. Y lo hacía desde un punto fundamental: el corazón. Es el ejemplo claro, como bien decía, de la idea de «el que quiere, puede» El tema es: ¿cuántas personas quieren? ¿Cuántas personas estamos dispuestas a arriesgar? Poquitas, sin duda. Pero repito, lo que el jueves ocurrió en Zaragoza Activa no pasa todos los días.
Reconozco que tuve miedo, y me explico. La charla fue cortita, contó su experiencia personal y poco más, pero lo hizo de una manera tan sencilla, tan sentida y tan sincera que creo que más de uno se quedó sin habla. Tuve miedo por las personas que podían haberse quedado justo al revés: con demasiada habla. El desempleo es muy puñetero y cuando se juntan muchas circunstancias contrarias generan que la persona pueda sentirse atacada a la más mínima, y por eso tuve miedo, por la posible reacción de algunas personas. Pero la magia estuvo ahí, porque no es lo mismo contar lo que les ha pasado a otros y lo que tú, en su lugar, habrías hecho, que haberlo vivido. Y eso se nota.
Hablar de la responsabilidad, de conseguir tus sueños, de luchar por tu pasión y de hacer lo que te gusta no transmite nada. Hacerlo desde la propia experiencia lo transmite todo. Y tal vez fue una sensación mía, pero insisto, creo que el jueves en Zaragoza Activa muchas cabezas hicieron clack, y eso, sin duda, es el principio de un comienzo.
Millones de gracias Elena, por tu post. Saber que ayudó tanto, me ha emocionado. Sabes que cualquier cosa, me tienes a tu disposición. Un abrazo. David.
Gracias a ti, de verdad. Un saludo enorme!
Efectivamente Elena…Vivir para contar…No es lo mismo «yo haría que yo hice»…¿cómo replicar a quien lo hizo posible? Tal vez eso paso el otro día…no vendía humo…Hasta los más descreídos tuvieron que reconocer que todo comienza un paso…
Claro que sí, esa es la cuestión. Gracias María por pasarte y comentar, un afectuoso saludo!