¿Lo has pensado alguna vez? Ponte en situación, tú eres un/a entrevistador/a y tienes a un/a candidato/a como tú, ¿lo contratarías?  ¿Alguna vez te has puesto en el lugar del seleccionador/a?  Pues deberías, porque te puede ayudar bastante (si lo haces bien) a trabajar la imagen que das y a valorar qué puedes aportar como añadido para convertirte en un/a candidato/a diferente.

A la hora de preparar un curriculum, una entrevista o cualquier herramienta de búsqueda es más que útil ponerte en situación del seleccionador/a y pensar en el hecho de qué te gustaría encontrar en tu candidata/o ideal.  Partimos de la base de que cada uno/a de nosotros/as tenemos claro nuestro objetivo profesional y, en consecuencia, sabemos qué hace falta para desempeñar nuestro puesto de trabajo deseado.  Tanto a nivel de formación como de experiencia y, por supuesto, de competencias y habilidades personales.  Si ésto no lo tienes claro, empieza a pensar sobre ello….   Un ejercicio muy útil para valorarte como profesional es éste mismo, es decir, para tu puesto de trabajo ansiado: ¿qué competencias y habilidades personales hacen falta? ¿cuáles tienes tú? ¿cuáles de éstos son puntos fuertes tuyos?  Y cuando tengas la respuesta a estas tres preguntas, es cuando ya puedes valorarte como candidato/a, por que va a ser entonces y sólo entonces cuando puedas ser capaz de responder con coherencia a la pregunta de si te contratarías a ti mismo/a.

Buscar trabajo no es enviar cientos de curriculums, ni apuntarse en decenas de portales de empleo, ni siquiera conocer todas las agencias de colocación o tener perfiles en las diversas redes sociales y profesionales.  Buscar trabajo parte de una base más que primordial, y es el hecho de conocerte a ti mismo/a, de saber qué quieres y qué puedes hacer, de ser capaz de discernir cuáles son tus valores añadidos como candidato, lo que tú puedes aportar como profesional al puesto de trabajo independientemente del resto de candidaturas.  Y analizar fríamente, de verdad, con objetividad y siendo realista, si tú mismo/a te hicieras una entrevista para el trabajo de tu vida, ¿te contratarías?  Piénsalo y de acuerdo a tu respuesta, empieza a trabajar, no vaya a ser que seas tú la primera persona en descartarte como el candidato más adecuado…