curriculum funcional

¿Qué tal optar por un curriculum funcional?

Muchas personas tienen dudas a la hora de elaborar su curriculum. Si lo hacemos cronológico puede que se queden aspectos relevantes de nuestro historial un poco difuminados. A veces se crea mucha confusión con respecto al mejor formato del curriculum, por ello para personas que tengan experiencias profesionales en diversos sectores o en sectores complementarios se suele optar por realizar un curriculum no sólo cronológico sino funcional.

¿En qué consiste un curriculum funcional?

Un curriculum funcional  pone el acento en las funciones o áreas en las que hemos desarrollado nuestra formación y experiencia. Es decir, nos permite organizar nuestro curriculum no sólo por orden cronológico (de lo más nuevo a lo más antiguo suele ser lo recomendable) sino también por áreas o temas. Así conseguimos que la persona que reciba el curriculum vea fácilmente aquellos aspectos más reseñables de nuestra trayectoria para el puesto al que estoy optando. La clave de este curriculum es que se organicen bien las áreas y se relaten claramente las funciones, resaltando las más relevantes para el puesto. El uso de negritas puede sernos de mucha utilidad para guiar la lectura del curriculum.

¿Qué aporta de valor un curriculum funcional?

Esto nos permite reforzar tres aspectos clave a la hora de hacer nuestro curriculum:

  1. Agrupar la información por áreas, haciendo la lectura más sencilla. De esta manera si tenemos por ejemplo experiencias en campos de comercio y de administración, en vez de ordenarlas por orden cronológico, las ordenamos por área ganando claridad y coherencia. También nos va a permitir desarrollar y organizar mejor las tareas y funciones, haciendo así que nuestro curriculum gane en calidad.
  2. Tener un sólo curriculum que adaptaremos a la oferta o empresa a la que lo enviemos. Hay personas que tienen varios curriculums según dónde lo envíen. No es una mala opción, pero lo importante es tener un buen curriculum de base. Con un curriculum funcional podemos tener agrupada la experiencia por bloques, lo que nos permite jugar con ella. Así, siguiendo con el ejemplo anterior, si enviamos nuestro CV a una oferta de administrativo, pondremos primero el área de administración, y viceversa. Pero sin eliminar el otro bloque, pues de esta manera evitamos espacios en blanco en nuestro curriculum y además podemos extrapolar tareas o habilidades que se puedan reforzar con el otro área.
  3. Poner en valor competencias transversales. Muchas veces hay funciones y tareas que se pueden aplicar a diversos sectores profesionales. Un curriculum funcional va a permitir, primero, que reflexiones sobre esas tareas que has tenido que desarrollar y que las especifiques adecuadamente. Y en segundo lugar, será el refuerzo perfecto para hacer nuestro perfil más completo. Como señalábamos antes,  si has desarrollado tareas de atención al cliente en comercio habrás reforzado también esa habilidad en puestos de administración que requieran también atender a empresas o clientes.

Un curriculum funcional nos puede dar mucho juego para conseguir mayor claridad y organización en nuestra trayectoria profesional, además de permitirnos el poder resaltar aspectos que en otro formato de curriculum quedarían más deslucidos.

De todo esto y más hemos hablado en Aquí la Radio de Aragón Radio, con Paco Doblas y Ainhara Güerri.  ¿Quieres escuchar el podcast? Haz click aquí. Y si quieres escuchar en directo el programa, puedes hacerlo a través de la web o sintonizar la emisora en Aragón.

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