La orientación en un mercado sin ofertas

Esta entrada no es de orientación, no es de ayuda, no sirve para las personas que están sufriendo el desempleo. Esta entrada nace un poco desde de la frustración y de la impotencia. Y es que el mercado laboral actual es muy puñetero y se está llevando a mucha gente por delante, y la desesperación de las personas en búsqueda de empleo es más que generalizada.

Últimamente siento que la orientación laboral se está convirtiendo y viviendo como algo inservible. Y ojo, lo digo yo, una persona convencida hasta lo más profundo de lo importante que es la orientación. Pero tenemos un entorno social y laboral que no encuadra dentro de su marco esa orientación de verdad.  Muchos de los programas, entidades y servicios de empleo ofrecen unas acciones que tienen como fin cubrir objetivos de atención y de inserción, sin revisar la calidad de lo que se está haciendo, la calidad en cuanto a la mejora de la empleabilidad de la persona, entendida como la capacidad potencial de incorporarse y permanecer en el mercado laboral, esto es, las posibilidades personales para encontrar empleo y adaptarse a un mercado de trabajo en continuo cambio. Y claro, en un mercado laboral con las ofertas contadas y cada vez más exigentes, es difícil encontrar la puerta de entrada si no hay un apoyo real y eficaz.

Hay personas que no saben cómo hacer un curriculum porque nunca jamás han necesitado ninguno, ¿dónde lo pueden hacer de manera gratuita y de calidad? O aquellas que quieren formarse y buscan en Google: cursos de formación, ¿acaso la respuesta de Google es lo que necesitan? Me da mucha rabia atender a personas con muchísimas capacidades, con grandes bagajes profesionales y con motivación y ganas, pero que necesitan un acompañamiento profundo y largo para mejorar su empleabilidad, algo que, a día de hoy, apenas se contempla.  Se busca la inserción, de cualquier manera, la reducción de porcentajes de personas desempleadas. Por favor, ¿alguien se ha parado a mirar las estadísticas? ¿Alguien se ha parado a analizar las ofertas de empleo? ¡La temporalidad es sangrante! Personas que llevo en orientación tienen, para una misma empresa y en un mes, 30 altas y bajas, que se convierten en 30 nuevos contratos… de un día. ¿Eso es una mejora? ¿Es para enorgullecernos?

Hacen falta programas de orientación, de recualificación y de sensibilización. Los primeros para trabajar qué necesita cada persona según sus necesidades, sus posibilidades y según el mercado. Los segundos para crear esos perfiles demandados por el mercado laboral, y los terceros para favorecer la incorporación al mercado laboral de personas que lo tienen más difícil, como los mayores de 45 años, parados de larga duración o jóvenes menores de 30 años. Abocar a alguien que no reúne cualidades ni competencias, a buscar trabajo «de cualquier manera«, sólo sirve para crear frustración en la persona, insatisfacción y desmotivación. Me siento incapaz de dar falsas esperanzas a personas que llevan 2, 3 o 7 años desempleados. Antes de empezar a buscar empleo hay que hacer muchas cosas… y a veces uno/a solo/a ni sabe ni puede. Lo primero es fortalecer a las personas para que sean autónomas, para que sean capaces, para que sientan de verdad que pueden tener oportunidades laborales reales… no para que sean meros «buscadores o recibidores de ofertas» de manera sistemática… simplemente porque esto no sirve. Y porque esto no es orientación.

 

Imagen http://photopin.com/free-photos/playmobil

9 comentarios en “La orientación en un mercado sin ofertas

  1. Gracias Elena por este artículo recogiendo las sensaciones que muchos de nosotros tenemos en nuestro día a día. Lo has recogido perfectamente y claro que eres capaz. En la última década ha cambiado toda la orientación profesional y laboral, considerando que cada día se hace más urgente destinar fondos para acometer una profunda revisión de la orientación y nuestro mercado de trabajo. Gracias de nuevo Elena. De José Carlos en http://www.muñozparreño.es

  2. Como orientador también he pensado, a veces casi al mismo tiempo, que la orientación no vale para nada y que es imprescinbie. Una contradicción que llevo como puedo. Entiendo tu frustración y tu impotencia pero no comparto algunos de tu puntos de vista. Uno fundamental, básico, es que no hay un mercado laboral puñetero. De hecho, no hay un mercado laboral, hay varios. Al menos dos: el primario (donde estamos tú y yo) y el secundario donde están los que cogen fruta hoy aquí mañana allá, las que limpian casas por su cuenta, las que se quedan como internas sin contrato, sin vacaciones, por cuatro duros…Si partimos de aquí, podemos empezar a entendernos y ver si es cierto eso que llama «la empleabilidad» o es un truco más, otra maniobra de distracción.
    Esa temporalidad que calificas de sangrante no es una catástrofe natural de la que nadie es responsable, un terremoto imprevisible que nadie vio venir. Es una consecuencia directa de decisiones políticas y económicas plenamente conscientes de quiene deciden.
    Cuando quieras, seguimos hablando.

    1. Hola Antonio. Como bien dices, fruto de esa contradicción nacen estos posts… Y sí, hay muchos mercados laborales y la situación actual no ha surgido de la nada, pero eso no quita para que algunas situaciones o circunstancias sean tan sangrantes que casi te obliguen a escribir estas cosas. Muchas gracias por opinar, de verdad, un saludo!

  3. Totalmente de acuerdo! El éxito de este tipo de intervenciones pasa por lo que llamamos empowerment y no sólo por los datos que a posteriori «reflejarán» el éxito o fracaso de la actividad del orientador. El verdadero éxito se refleja en la autonomía del individuo orientado, que le hace capaz de evolucionar y adquirir nuevas competencias en la búsqueda activa de empleo. Los datos sobre su inserción son necesarios, pero no suficientes, para evaluar el buen trabajo de un orientador y, en ocasionales, la desmesurada importancia que se les otorga echa por tierra el potencial profesional del orientador.

  4. Hola Elena,
    Las personas tenemos una mochila llena de expriencias maravillosas, que al final en las empresas no se valoran, fijándose sólo en el aspecto de la mochila. Me hace recordar días en semanas y semanas en meses de trabajar en años con personas que buscan, acuden, se comprometen, y no encuentran su sitio en un mercado laboral injusto y a medida para una parte del mismo.
    Lo mejor que estamos algunas/os orientadoras/es ahí para apoyar, ayudar y como en tu caso ser altavoz. Muchas gracias y adelante!!

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