Reflexión de las Jornadas Respuestas al desempleo desde lo local

Después de asistir a las jornadas «Respuestas al desempleo desde lo local» me surgen muchas ideas y cuestiones. La primera, lo importante que es crear estos espacios de exposición y encuentro. Las personas que trabajamos en pro del empleo debemos ir todas  a la par, buscando la mejora continua y la satisfacción de las personas con las que trabajamos. O al menos, debemos centrarnos en apoyar a la persona facilitando un acompañamiento útil y personalizado. Sin coordinación no vamos a ningún sitio. Yo lo reconozco, a muchas de las personas que atiendo se lo digo, reconozco que en ocasiones «mareamos» más que otra cosa. Pero es a causa de varios motivos, que van desde a veces el desconocimiento del propio profesional de la orientación hasta la propia desorganización de la persona. Pero una cosa está clara, hace falta trabajar de manera coordinada y crear espacios de encuentro que faciliten que todos y todas vayamos a la par.

Por otro lado, este tipo de eventos te sirven para darte cuenta de lo lejos que está en muchos casos la administración de la realidad. Me refiero a que programas encorsetados que sólo buscan cuantificar resultados o que ofrecen técnicas y servicios en ocasiones obsoletos, hace que se creen y, en ocasiones, dupliquen y tripliquen servicios exactos que no aportan y que además consumen gasto. Qué importante es pensar antes de actuar… y más si hablamos de programas que parten de las arcas públicas y son para los/as ciudadanos/as. Uno de los ponentes daba con la clave, la importancia de repensar, de reflexionar y de reutilizar ese bagage de tantos años para crear y adaptar recursos a una demanda real.  Por otro lado, este tipo de eventos te sirve para darte cuenta de que (casi) todos/as nos encontramos con las mismas dificultades y con los mismos problemas, lo cual no te alegra (mal de muchos, consuelo de tontos) pero al menos evidencia una realidad compleja pero con problemas muy semejantes.

Y por otro, estas jornadas pusieron de manifiesto lo importante que son las figuras de los/as prospectores/as de empleo. En la actualidad, de poco sirve dar mucha orientación si no se puede ofrecer una labor de intermediación adecuada a la persona. Generar contacto con empresas reales, con ofertas reales y con personas reales es clave para acceder al famoso «mercado oculto«. Y aquí juega un gran papel la figura del prospector/a de empleo. Esa persona que va a conocer el tejido empresarial de la zona, que va a buscar qué necesita cada empresa y que además va a ser capaz de hacer esa tarea de sensibilización tan importante para favorecer el acceso a entrevistas a colectivos que casi las tienen vetadas, como son las personas de más de 45, 50, 55 años, jóvenes poco cualificados, personas en riesgo de exclusión…

En definitiva, los servicios de empleo de este país requieren de una adaptación, de una reorganización y de una implementación de programas coherentes y realistas. Y requieren de más prospectores y  menos orientadores. Y de más formación capacitante (certificados de profesionalidad) Pero sobre todo, de una administración que se involucre en conseguir la calidad del servicio, no sólo en conseguir números. La inserción hoy en día es precaria, hay que trabajar para conseguir que el tejido empresarial ofrezca trabajo de calidad. Por que es la vía de conseguir trabajadores/as de calidad. Tenemos que ganar todos/as, no sólo una parte de la balanza.

Y es que lo estamos haciendo al revés. Se demanda desde las empresas personas que tengan desarrolladas competencias transversales. Es decir, que sepan estar, que se impliquen y que sepan ser resolutivas en su puesto de trabajo. Pero por contra, contratamos a personas jóvenes que todavía no han podido desarrollar esas compentencias. ¿Y si pensamos antes de actuar? ¿Y si miramos el beneficio general? Tenemos profesionales muy competentes de más de 40, 45,  50 o 55 años, que tienen familias a su cargo. Familias que no tienen unos ingresos que les permita invertir tiempo en formar y capacitar a los/as jóvenes. Si queremos profesionales con competencias básicas desarrolladas, ¿por qué no buscamos profesionales experimentados, capaces y deseosos de trabajar? Insisito, lo estamos haciendo al revés. Nos centramos en contratar a jovénes poco formados y despreciamos talentos senior que tanto nos aportarian a la empresa. Si contratamos personas con familias a su cargo, mayores de 40 o 50 años, hacemos un doble (o triple) bien:

1. Insertamos a personas capaces que sólo se encuentran fuera del mercado por una cuestión de edad, y que tienen esas competencias, conocimientos, motivación y ganas que tanto necesitan todas las empresas.

2. Posibilitamos que esas familias que no pueden permitir que sus hijos/as se formen por necesidad económica, puedan tener un ingreso que fomente la formación y capacitación profesiona de los/as más jóvenes.

3. Y además la empresa se beneficia de contratar a esos senior que tanto y tan bueno pueden aportar. La experiencia es un grado, sin duda, pero también el saber estar, la implicación, la responsabilidad, el respeto y el buen hacer. Permitamos a las personas más jóvenes interiorizar esos valores laborales mediante la contratación de sus padres. El beneficio lo veo más que claro, ¿no?

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3 comentarios en “Reflexión de las Jornadas Respuestas al desempleo desde lo local

  1. Muchas gracias Elena por compartir tu reflexión de las jornadas. Que bueno sería fomentar más espacios donde dar respuesta a las necesidades de personas empleables y organizaciones, así como que desde la Administración y otras plataformas (agentes sociales y económicos) se fomentase la contratación del talento senior. Buenos argumentos Elena! ¿Por dónde podríamos empezar? : )

    1. Gracias por tu aporte Beatriz, la verdad es que yo empezaría por promover programas de empleo centrados en colectivos senior, incentivando la contratación. A veces cuando se ponen en marcha programas de empleo se pone el peso mayoritariamente en la persona que busca empleo y pocas veces se involucra a la empresa que es la que finalmente contrata… Podría ser un punto de comienzo, por ejemplo. A nivel micro, sin duda, crear un espacio común donde orientadores/as, prospectores/as y profesionales relacionados con el empleo pudieran aportar experiencias, problemas, soluciones… eso sería estupendo. Existen grupos en LinkedIn y Facebook pero algo más organizado… Sería genial.
      Tenemos que quedar un día y hacer un brainstorming 😉

      1. Me parece genial lo que propones. También opino que desde la administración o agentes sociales se podría sensibilizar y apoyar a las empresas para desarrollar políticas que incluyan la captación y gestión del talento senior. Además echo de menos programas centrados en apoyar a personas con alta calificación, con unas necesidades diferentes a veces, de las de personas englobadas en colectivos vulnerables. En mi opinión la labor del orientador podría enfocarse más en la prevención, es decir, en dotar de recursos a personas que aún no son «vulnerables «. Ese brainstorming cuando tú quieras 😉gracias Elena por tus ideas!!

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