Con esta acabamos las reflexiones de verano, y no vamos a dejar de lado el último área de mejora. Hemos visto ideas para las administraciones, ideas para los profesionales de la orientación, y sólo nos queda dar ideas para los verdaderos protagonistas de todo esto. Las personas que se encuentran en búsqueda de empleo. Desgraciadamente no hay nada que, de golpe, cambie la situación. No existe (en general) la «tecla mágica» que me haga conseguir el trabajo que tanto deseo. Por eso es tan frustrante todo el proceso, por eso es tan odioso y agotador. Y por eso debemos buscar nuevas maneras de enfocar algo que es generador de tanta ansiedad. Veamos tres ideas para tomarse la búsqueda de empleo de otra manera.
1. La búsqueda de empleo no depende de ti al 100%… pero importa lo que hagas
Esto es fácil de entender. Y es que encontrar trabajo no es algo que sólo dependa de mi, pero sin duda hay una serie de cosas que dependen de mi y de nadie más. La primera es la motivación. Y sí, ya lo sé, cuando llevas mucho buscando trabajo lo que menos tienes es motivación. Por que se acaba, por que nos enfadamos con todos y con todo, y por que sí. No digo que no tengamos nuestros momentos malos, de hecho hay que tenerlos. Pero no debemos dejar que se nos coman. Hay que ser fuerte. Y buscar alternativas, ideas, algo que nos empuje. ¿Cómo? Vamos a ver…
2. Si algo no te sirve, ¡no lo sigas utilizando! Pero busca alternativas…
Parece una simpleza pero anda que no nos gusta al ser humano el seguir haciendo siempre lo mismo, aunque no valga para nada. El mayor generador de frustración es el ver que lo que haces es inútil. Ojo, no es que tú seas inútil, pero sí puede ser que, realmente, lo que estés haciendo no sea útil para tu búsqueda de empleo. Antes de nada, piensa objetivos, busca empresas y recursos acorde a lo que estás buscando y ponte en contacto con ellos. Me da igual si mandas un CV o vas a apuntarte a una agencia de colocación, siempre debes: tener claro dónde vas (antes de nada, llama e infórmate), tener claro cuál es la mejor vía para dejar tu canditatura (igualmente el teléfono será tu aliado) y tener claro qué me pueden ofrecer y ser realista (si dejo un CV en una empresa o en una agencia, por muy buena fama que lleve o mucho trabajo que tenga, necesariamente no me van a llamar…. ojo, no porque no me quieran a mi precisamente, sino porque igual buscan otras cosas…) No busques sólo a través de un portal de empleo o una ETT o un recurso. Abre tu abanico, la oportunidad nunca se sabe donde puede estar, no te cierres puertas, pero hazlo con cabeza.
3. Busca apoyo
Esta parte es fundamental. Buscar trabajo es muy jo****, ya lo sabes. Por eso a veces un apoyo, aunque sea sólo para sacar tus penas, va a ser imprescindible para ti y para tu salud mental. Déjate ayudar. Y si ves que tu entorno de alguna manera te agobia, busca apoyo externo, hay recursos de orientación y apoyo que pueden serte útiles. Eso sí, no los veas tampoco como algo que, milagrosamente, me consigue un trabajo. Si fuera así, no habría desempleo. Míralo desde el punto de vista de apoyo personal, de escucha, de refuerzo… en fin, cuando yo he estado en búsqueda de trabajo me he sentido con muchas ganas de sacar todo lo que llevaba dentro pero no encontraba a quién contárselo. Tal vez este ejercicio de comunicación te sea más útil que cualquier otra cosa… Por eso no te encierres en tí mismo/a y busca ese apoyo que te pueda, al menos, escuchar sin juzgar.
En fin, son tres ideas sencillas pero que tal vez puedan ser detonantes de cambios. Sé que una persona que busca trabajo lo único que quiere es trabajar, que la contraten. Pero hasta que eso ocurra no puedo dejarme llevar por la frustración, ni la ira, ni el malestar ni mucho menos la depresión. La situación no es fácil, eso lo tenemos claro. Pero es que si tú tampoco te facilitas a ti mismo/a las cosas… Deja el látigo y en cambio, coge la fusta y ¡a por todas! (pero con cabeza, ¡siempre!)
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Excelentes claves, aunque es cierto que si llevas mucho tiempo buscando trabajo cuesta seguir aplicándolas. Pero es la única opción, pues rara vez te va a aparecer una oferta por arte de magia.
A mí la que más me sirvió en mi búsqueda de trabajo fue la segunda: dejar de hacer lo que no funciona y probar cosas nuevas. Al principio estaba convencida de que lo importante era la cantidad de currículums que mandase, así que cada día enviaba tropecientos. Cuando por fin me dí cuenta de que no estaba funcionando y que lo mejor era mandar menos currículums pero más específicos fue cuando logré encontrar trabajo.
Ánimo a todos los que aún están en la búsqueda, siguiendo las claves del artículo seguro que lo consiguen.
Un saludo,
Eva
Elena, Eva… coincido con vosotras. Al final se trata de ir adaptando y mejorando el proceso de búsqueda de empleo. Pues a fin de cuentas, ¿cuál es la imagen que estás mostrando a un potencial empleador si ni siquiera te molestas en personalizar y adaptar tu presentación?