Hace unos días acabé de leer Smart Feedback, un libro de Jane Rodriguez del Tronco, Rosa Rodríguez del Tronco y Noemí Vico. Y la verdad es que me ha encantado por varios motivos. Está escrito en un lenguaje asequible, es fácil de leer y las ilustraciones y ejemplos son muy clarificadores. En esta entrada os voy a compartir por qué merece la pena que lo disfrutéis.
Para mí, hay cinco puntos claves por los que este libro merece la pena. Y no sólo para personas que trabajan con personas, sino también para cualquier persona, en general. Porque nos da claves para que nuestra comunicación con el otro sea eficaz, sencilla, pero sobre todo, consciente.
1. El feedback es un regalo (siempre que esté hecho de manera adecuada)
Para que el feedback sea eficaz, sano, se tiene que basar en la confianza. Trabajar la confianza en el equipo es fundamental, pues va a ser la base. Tal y como recogen las autoras en el libro, «si no hay confianza, las personas tienden a mostrarse invulnerables, a no reconocer sus errores. Y la realidad es que nadie es perfecto y que todos necesitamos de los demás para completarnos. […] Mostrarnos vulnerables nos permite aprender, crecer, mejorar…» Tengo que decir que para mi la palabra vulnerable siempre ha tenido una connotación negativa (ese lenguaje y sus interpretaciones…) pero realmente mostrarnos tal y como somos es la manera de poder recoger o emitir el feedback con calidad.
2. «Según lo que pensamos, sentimos; y según lo que sentimos, actuamos» #SmartFeedback
Las creencias de cada uno son determinantes. Aprender a ser conscientes de que cada persona es un universo en sí mismo, que detrás de cada comportamiento hay unas creencias que «funcionan a modo de sistema operativo en nuestro interior«, cuando realmente somos conscientes de lo que esto significa, es cuando podemos empezar a tener conversaciones libres de juicios.
«Sólo cuando somos capaces de cuestionar cómo observamos la realidad y de descubirnos en las historias que no contamos, estamos preparados para emprender el camino de la transformación efectiva»
3. El feedback te da información sobre hechos o comportamientos, no sobre cómo eres
Esta es una de las claves más fundamentales. Vivenciar el feedback como un juicio a cómo soy o a cómo actúo es el principal problema que tenemos a la hora de recibirlo. Y es que para que realmente haya un buen feedback, debemos aprender a darlo y recibirlo con objetividad. No se juzga cómo eres, se da información sobre un hecho o comportamiento que se puede mejorar. La autogestion emocional es fundamental, y cuando tenemos un feedback «negativo» lo interpretamos como un ataque a nuestra persona. Escuchar el feedback con humildad, siendo conscientes de lo que está en nuestras manos mejorar y trabajando la autoconfianza, es en este momento cuando podremos empezar a evolucionar.
4. Elegir cómo y cuándo damos feedback
La importancia del momento y de cómo damos el feedback. ¿Cuántas veces expresamos nuestro feedback a personas que no nos lo han pedido? ¿Con qué fin lo hacemos? ¿Lo hacemos desde el juicio o desde el crecimiento? «Debemos cuidar el momento y el lugar ideales para dar nuestro feedback, tanto para la persona como para nosotros mismos» Ni pongas en evidencia, ni seas banal. Una de las preguntas más potentes es ¿Acepto al otro/a? A partir de esa respuesta sincera podemos empezar.
5. Cuidar el lenguaje
«El mapa no es el territorio» es una de las frases que mejor ejemplifican la idea de PNL. Y al final, es verdad, de lo que yo tengo en la cabeza decir a lo que sale por mi boca y a lo que tú interpretas, va un mundo. Debemos elegir las palabras, sin juzgar, desde la confianza y el respeto, pensado siempre en la persona que tenemos delante. Cuidando nuestro lenguaje y lanzando preguntas potentes, del tipo ¿Cómo te sientes? ¿Qué has aprendido de esto? ¿Cuál es tu objetivo? ¿A qué te estás resistiendo? ¿Qué te impide actuar? Son preguntas que incitan a la reflexión y al autoconocimiento. Y es que dar feedback no consiste en lanzar una opinón, no. El feedback desde la confianza y el respeto, tiene que ser un mecanismo de acción. Pero para conseguirlo debemos ser capaces de «ponernos en los zapatos del otro»
Os dejo estos cinco puntos, pero el libro tiene muchas claves y herramientas para realmente trabajar cómo damos y recibimos el feedback. Muy recomendable, insisito, y si queréis profundizar (y adquirirlo) os dejo el link de Smart Feedback. No os voy a dejar todas las claves… 😉
Gracias a las autoras por compartir, una gozada asistir a vuestra presentación en Zaragoza. Para muestra… una foto.
Gracias por la recomendación y qué buen feedback te dejaron en forma de dedicatoria